Cuando salimos a correr en la
ciudad, es conveniente llevar encima algo de dinero para comprar agua, comida o para pagar transporte de vuelta
a casa si nos sentimos mal u ocurre un imprevisto; llevar un celular es otra
buena idea.
En el trailrunning
estas dos medidas son adecuadas, pero no necesariamente suficientes, porque no
siempre vamos a tener en la ruta lugares para comprar agua, o alguna merienda;
en ocasiones ni siquiera tendremos cobertura en el teléfono celular. Estas son solo un par de razones por las que el corredor de trail debe acostumbrarse a tener
cierto nivel de autonomía en lo que se refiere a comida, hidratación, indumentaria y primeros auxilios. Es sentido común.
Es un tema de seguridad.
Antes de ir a entrenar en el
cerro o en la playa es importante tener una idea de lo que vamos a encontrar:
si hay lugares para comprar, fuentes de agua potable, horarios del transporte público
y asegurarnos que todos los participantes manejan la información. Lo más
sensato es tratar de adaptar la ruta de entrenamiento para que las eventualidades
puedan manejarse: por ejemplo, que la parte final de la ruta este cercana a las
vías de retorno o no alejarse mucho de los caminos mas transitados.
En Venezuela las condiciones climatológicas
no cambian de manera tan extrema o rápida como para llegar a amenazar la
integridad física, pero no es mala idea llevar siempre un cortavientos o poncho, en prevision de lluvia.
En competencia los participantes esperan que la organización
del evento provea apoyo logístico, como hidratación
y snacks, primeros auxilios, señalización e información. Eso forma parte de su
responsabilidad. Sin embargo la seguridad es una responsabilidad compartida.
En el poco tiempo que tengo
haciendo trailrunning, he notado que aunque los organizadores establecen un
equipo mínimo requerido, lo común es que muchos participantes no cumplan con este
requerimiento y, más grave aún, es común que la organización no exija el
cumplimento de este punto.
Cuando veo un corredor
deshidratado en la ruta, hecho un ovillo, esperando que alguien le ayude, me
pregunto de quién es la culpa: del participante cuyo "sistema de hidratación"
era una botellita de agua mineral de 600cc o del organizador que permitió que el
participante iniciara la competencia, sin llevar consigo los 1,5 litros de agua mínimo
que se indicaban en el reglamento del evento? En mi opinión ambos son responsables.
En estos casos, las consecuencias
las paga el corredor con el daño a su salud, la organización por la mala reputación
que adquiere y afecta negativamente la intención de participar en próximos
eventos. También colapsan al personal de primeros auxilios, porque se multiplican los casos que tienen que atender. Ademas se perjudican otros corredores, que desde su solidaridad se detienen a ayudar a los afectados y se ven obligados a compartir su agua y provisiones.
Y está bien ser solidarios, pero
tengo la certeza que estos eventos desafortunados podrían reducirse si los corredores
respetaran las reglas y si los organizadores fueran más estrictos en la aplicación
del reglamento, porque si el reglamento indica que debe llevarse un sistema
de hidratación de equis capacidad y el corredor no lo tiene, DEBE ser
descalificado; si el reglamento dice que debe llevarse una linterna y el
corredor no la tiene DEBE ser descalificado. Por alguna razón se denomina
Equipo Obligatorio.
Estas descalificaciones pudieran
ser desagradables para el corredor y crear roces con los organizadores de eventos, pero en
el corto plazo se reducirían los caso de corredores deshidratados y
descompensados en la ruta. Y a la larga las carreras tendrán mejor reputación, serán
más seguras, y los corredores podremos concentrarnos en mejorar nuestros tiempos y disfrutar la ruta... que es al final de cuentas lo que nos ha traido al trailrunning.
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